12 mayo, 2007

Oz

"Cuando ha estado usted en Vietnam?...Cual fue el proposito de su visita?...Que hizo alli?...Donde se va a alojar en Sydney?...Viaja usted solo o acompañado?...A que se dedica usted?...Cual es el proposito de su visita a Australia?...Cuanto tiempo piensa usted quedarse en el pais?" No habia un potente foco que se centrara en mi cara, no me moria de ganas de beber un vaso de agua y nadie me ofrecio un cigarrillo. No era un sudoroso policia, con la camisa remangada y una pistola en funda sobaquera, el que me hacia estas preguntas. Sin embargo, desde que le entregue el pasaporte al primer funcionario hasta que quince minutos despues el ultimo me lo devolvio, fueron cuatro los celosos sirvientes de Su Majestad, entre Aduanas, Inmigracion y Servicio Agricola, los que se interesaron por este españolito en las Antipodas.

Despues de ocho horas de vuelo desde Bangkok (aunque el reloj de Tailandia dijera que habiamos salido a las 05.35 pm y el del Boeing 747, que aterrizabamos a las 05.15 am), estaba yo como para andar ocultando nada. Declare hasta la pajita de un refresco que, hecha de caña de bambu, me habia llevado como recuerdo. Les informe de que si, que habia estado en zonas rurales (en el trekking por Chiang Mai) y de que si, que habia estado en contacto con animales de granja (en el mismo trekking, pero a prudente distancia). No oculte nada, y si llego a intentar pasar algo de contrabando, seguro que hubiera confesado. De hecho, si me llega a interrogar un quinto policia, en tres minutos le cuento que no, que los de Accenture no me han concedido el año sabatico, que por voluntad propia ya no soy Team Lead y que si, que yo estaba en Dallas, husmeando en las estanterias de la Biblioteca Publica, aquella mañana de Noviembre.

Pero mis botas de trekking pasaron la somera inspeccion oficial y, por fin, pude entrar en la lejana isla continente con el beneplacito de la Ley. Solo llevo aqui unas horas pero ya he salido a dar un paseo despues de mi merecida siesta (lo admito, Aviles tiene mas de noventa mil habitantes pero yo soy de pueblo y ser cebado por Qantas, saborear un buen vino australiano mientras en mi pantalla personal puedo ver "Deja Vu", "Apocalypto", "Blood Diamond", "Flags of our fathers" o "Letters from Iwo Jima" entre otras, no me ayuda a conciliar el sueño a 37.000 pies de altitud).

Ahora me alojo en un hostal de mochileros, el The Globe y mi calle es, digamos, pintoresca. Por un lado encuentras en ella un par de bares modernos y por otro, "peep shows" y señoritas que te sonrien apoyadas en un portal. Nada que no hubiera visto ya en Bangkok, Saigon, Hanoi, Vientiane...Creo que, hasta ahora, me han ofrecido droga o sexo en casi todos los sitios en los que he estado (excepciones: la impoluta Singapur y la musulmana Malasia). Manu, relee el libro de "Introducing: Logic" antes de atreverte a decir en voz alta lo que se te esta pasando por la cabeza, que solo voy a sitios en los que me ofrezcan droga o sexo. Seras malpensado!

De todos modos, Kings Cross, el barrio de mi Hostel, esta justo antes del de Woolloomooloo (si, lo se, parece que lo ha pronunciado una vaca) y ese es el mejor acceso (salvando Hyde Park) a los Royal Botanic Gardens (Reales Jardines Botanicos, porque esto no es una monarquia pero aqui todo es "real") desde el que se ofrece una casi inmejorable vista del Sydney Harbour Bridge (Puente del Puerto de Sydney) y, naturalmente, de la Sydney Opera House (Teatro de la Opera de Sydney) el icono de la ciudad y uno de los simbolos del pais (me atrevo a decir que el otro esta en Uluru, y es Ayers Rock). Digo casi porque solo es buena por la mañana, a partir del mediodia la posicion del sol los situa a contraluz (tomad nota, aficionados a la fotografia). Aunque aqui el otoño ya toca a su fin, la temperatura aun es agradable y el cesped estaba lleno de gente dejandose acariciar por los rayos del astro rey. No habia brisa y lo unico que corria eran los ocasionales aficionados al jogging, que disfrutaban de una escenografia particularmente atractiva. Grupos de garzas, gaviotas, cacatuas y algunos pajaros que no he podido identificar, volaban o caminaban a sus anchas por el cesped. Pese a estar en la ciudad mas importante de Australia, la serenidad y la calma flotaban en el ambiente. Y el agua tan cerca, tan relajante...Me gusta Sydney.




Nota: Como me dijo Dani, aqui se paga por todo. Iba a cambiar 20 Eur en el Aeropuerto y tenian una comision de 5 AUD. El autobus entre las terminales es de pago. Las cabinas son pozos sin fondo para las monedas. Veremos que aparece en el extracto del banco con respecto a mi primera retirada de efectivo - y es curioso ver la imagen de la Reina de Inglaterra en un billete que no es ingles y que ademas se llama "dolar". He pasado de un presupuesto de 10 Eur al dia de alojamiento y comida, a uno de 30 Eur...sin incluir transporte o tours. Cuando llegue a China mi billetero va a estar muy exprimido, menos mal que se han solucionado los problemas con las VISAs del BBVA.

(Escrito por el desde Sydney, Australia, el sabado 12 de Mayo de 2007)

1 comentario:

Isabel y José dijo...

Ay amor, mira que pierdes la memoria... menos mal que estoy yo aquí para recordarte que hasta en la musulmana Malasia te ofrecieron sexo, o es que no recuerdas nuestras pintorescas vecinas de Love Lane? Cuidadito con tus amiguitas australes...
Besos, Isa