08 agosto, 2007

Un país, dos sistemas

Lo bautizaron con el laosiano nombre de Pabuk. Ha llegado hoy a Hong Kong al mismo tiempo que el FC Barcelona aterrizaba en la ciudad para el tercer y último partido de su gira por Asia, y tiene a toda la isla afectada. No es un cantante de rock o un popular actor, sino la primera tormenta tropical severa que la afecta en lo que va de año. De hecho el Observatorio de Hong Kong nos ha puesto en alerta T1 (tal vez esta noche suba ya a T3), y esa "T" es de "Tifón" no de "tormentilla" después de dejar cuantiosos daños materiales y varias víctimas mortales en Viet Nam, Taiwan y las Filipinas). Y a nosotros puede que nos impida viajar mañana a Macao si se suspende el transporte por barco.
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Después de salir del duro y crudo invierno de Brisbane, con su cielo despejado y el sol brillando orgulloso, otorgándonos 24 grados centígrados a diario, volvimos al pegajoso calor asiático que tan bien conocemos y donde la humedad ambiente rara vez desciende del 85%. Otra vez un idioma desconocido con un alfabeto ininteligible y una población local en la que nuestros rasgos caucasianos nunca nos harán pasar por unos simples ciudadanos mas. Hong Kong, con sus siete millones de habitantes, es el tercer centro de negocios mundiales y la cosmopolita puerta de entrada a la milenaria China. Hace ya diez años que este territorio dejo de ser colonia del Reino Unido para volver, mediante la fórmula de "Región Administrativa Especial" (R.A.E.)junto con la ex portuguesa Macao, a los brazos de la China continental. Una década no ha cambiado demasiado la fachada de esta urbe que se ha acogido con gusto al lema acuñado en Pequín (Beijing) de "un país, dos sistemas". Y no le ha ido mal, porque su economía sigue siendo boyante y la calidad de vida no se ha visto mermada por la reunificación, pero se debe fundamentalmente al bilateralmente acordado periodo de gracia de diez años durante el que el Gobierno Central "solo" se ocupara de las competencias de Defensa y Asuntos Exteriores. El sistema monetario, de aduanas, inmigración y legal se mantiene independiente de lo que decida el Partido Comunista. Al menos en teoría y abiertamente.
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Y aquí estamos nosotros, en un minúsculo apartamento (Sra. Trujillo, no se pase por aquí que se le ocurren ideas que luego sufrirán nuestros compatriotas) del "Hong Kong Hostel". Es básicamente un dormitorio-salón con nevera y cuarto de baño. Pero tiene tres características que le hacen especialmente atractivo:
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1) Es barato. 350 HKD (unos 32 EUR) por noche son más que adecuados en esta ciudad en que el alojamiento no es precisamente asequible.
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2) Tiene Internet gratis. Para los mas pobres, dos ordenadores en el tercer piso. Para nosotros, más pudientes, WiFi que disfrutamos con nuestro constante Fede y mi recién adquirido Pep (eso ya lo contare mas adelante).
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3) Nos permite observar las idas y venidas de los vecinos cómodamente tumbados en la cama. Así es, nos hemos convertido en cotillas del canal 8 donde se retransmite en vivo y en directo la imagen de tres cámaras de seguridad, una en cada uno de los dos ascensores y la tercera en el vestíbulo, con su silencioso conserje incluido.


Nota: Este es mi primer texto desde China y lo publico ahora para intentar mantener la menor distancia cronológica entre aquello que vivo y lo que escribo. No, no me olvido de Kangaroo Island ni de nuestro maravilloso viaje por el "Outback" (el desierto) australiano y publicare un par de textos sobre eso, pero será más adelante y os avisare debidamente, para que nos os los perdáis, sepultados bajo los artículos de esa rápida máquina de escribir que es Isabel.
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(Escrito por él desde Hong Kong R.A.E., China, el 8/8/2007 exactamente a un año de la ceremonia inaugural de los JJOO Beijing 2008)

1 comentario:

anna marie dijo...

Hola, vor que los problemas de Barcelona cruzan fronteras. No os habreís enterado, pero desde hace unos días todo son problemas: apagones que duran días y se supleen con generadores, caos en el aeropuerto (ya lo sufrimos en mayo nosotros), trenes que se paran con los pasajeros bloqueados bajo el sol, otros tienen que bajar y cargados co equipaje cambiar de tren o subir al bus, retrasos en trenes de cercanías y regioneles de varias horas,... enfin una pena ¿qué será? ¿efectos del tripartito? besos